Al acceder al interior de este museo, uno puede sentir que acaba de adentrarse en un mundo de hormigón oculto y sorprendente. En esta 1ª sala entramos de lleno en la escultura abstracta de Ángel Mateos, correspondiente a la primera mitad de los años 70. Es su primera etapa abstracta, y en ella su obra experimenta una marcada evolución formal y conceptual.
Con la abstracción Mateos comienza a usar el hormigón encofrado, el material que identificará su obra de madurez. La evolución su escultura vendrá marcada por este material, pues toda su obra desprende un marcado carácter monumental y arquitectónico que el hormigón amplifica.
En esta sala, esas connotaciones arquitectónicas hermanan su escultura con la arquitectura Brutalista del siglo XX, ligada al hormigón visto, “en bruto”. No obstante, para Mateos la obra de arte tiene que ser representativa de su tiempo, y el material, en consecuencia, ha de serlo igualmente.
Comprende varias series: desde unas primeras obras fuertemente expresionistas, hasta otras plenamente racionalistas. La primera de estas series, la serie denominada Espaciales, se encuentra próxima a la entrada.