Este “Dolmen VII A La Libertad”, fue elegida por Ángel Mateos para realizar a gran tamaño en su villa natal, Villavieja de Yeltes. Fue construida en bloques de hormigón picado, proporcionándole así la apariencia de granito tallado, en homenaje a los canteros, a un oficio que ocupaba a gran parte de la población de su villa natal ,y que desde muy joven le tocó aprender.
Es la más estilizada de todos los Dólmenes que componen esta serie. Con esas dos torres que se elevan hasta las alturas, recuerda a esas caprichosas formaciones rocosas, erosionadas a lo largo de los tiempos, y en las que una roca de granito se sujeta milagrosamente sobre alguna columna. Comparte con el resto de Dólmenes, el carácter constructivo, que podría encarnarse en esos pequeños volúmenes que sirven de calzas para otros mayores.
Recreando esas sencillas y fabulosas construcciones megalíticas, Mateos homenajea y celebra la condición humana y su afán de superación. El escultor está convencido, ahora ya, de estar realizando una escultura representativa de su tiempo.
Observada desde un punto de vista bajo, imaginando que estamos a sus pies, levantamos la vista y la descubrimos… Así es como Mateos comienza a ver sus obras, pues percibe su carácter monumental.