La capilla de la Virgen de la Antigua se encuentra ubicada entre las capillas del muro norte del templo catedralicio cordobés.
Las fuentes documentales catedralicias señalan que la capilla de la Antigua fue construida por el jurado Martín Gómez, quien recibió autorización en el año 1612 para construir una capilla ante uno de los arcos incluidos en el muro norteño del templo catedralicio. Pero la concesión de terreno a Martín Gómez incluía la condición de que el beneficiario tenía que efectuar a su costa el traslado del altar de la Virgen de la Antigua, y colocar en él la imagen de la Virgen de la Antigua que ya se encontraba en la Mezquita-Catedral. El constructor de la capilla cumplió fielmente lo dispuesto por el Cabildo de la Catedral y trasladó la imagen a esta capilla.
La portada que da acceso a la capilla es muy sencilla, y está ornada con guirnaldas y con el escudo del primer patrono. El frontal de azulejos policromados de la mesa de altar, en el que se relata la historia del patriarca Abraham, es obra del siglo XVII. El retablo que cobija la imagen de Nuestra Señora de la Antigua consta de banco, sobre el que se apoyan dos columnas corintias que flanquean la hornacina situada en el cuerpo central, que soportan el peso de la cornisa del retablo.
El lienzo que representa a la Virgen de la Antigua se halla cobijado por un arco de medio punto, y flanqueado por las dos columnas corintias del retablo y se ajusta a un modelo conservado en la Catedral de Sevilla, que repite una iconografía medieval de origen bizantino con detalles de la escuela sienesa del siglo XIV. Fue realizado en 1641 por Francisco Vargas.