La Catedral de Santa Maria della Fiore, también conocida como Catedral Basílica Metropolitana de Santa Maria del Fiore, es la sede del Arzobispado de Florencia, Italia. Fue construida en estilo renacentista temprano y está considerada una obra maestra de la arquitectura renacentista italiana.
La catedral florentina es uno de los mayores edificios de la cristiandad y un símbolo de la riqueza y el poder de la ciudad toscana en los siglos XIII y XIV. El nombre puede ser una referencia al lirio, la flor oficial de la ciudad, o al nombre original de la ciudad, Fiorenza. La "flor" es Cristo, según una fuente del siglo XV.
La grandiosa cúpula, diseñada por Filippo Brunelleschi1, destaca por ser una estructura isostática que anula los empujes horizontales, de modo que prácticamente no transmite al tambor que la soporta más cargas que las verticales correspondientes a su propio peso. Mide 100 metros de altura en el interior y 114,5 metros en el exterior. Además de la cúpula, está el baptisterio de San Juan, en el que destacan las famosas puertas de bronce construidas por Ghiberti, y el campanile de Giotto, un campanario exento de 84,70 m de altura. La iglesia, el campanario y el baptisterio constituyen una de las joyas arquitectónicas y artísticas de Florencia.
Desde 1982, la basílica está reconocida como tesoro cultural por la UNESCO. El principal escultor de la Sagrada Familia, el artista japonés Etsuro Sotoo, que ha realizado 500 esculturas para la basílica, inauguró y dedicó su ambón al Papa Francisco en 2015.