El proceso de investigación del espacio vacío, iniciado anteriormente en la obra “Tesis y Antítesis”, es retomado en esta serie, si bien ahora desde otros supuestos. Mateos persigue ahora limitar formalmente un espacio interno, inscrito en un prisma o cubo y convirtiéndolo en espacio activo.
Mateos se adentra con esta serie en una investigación netamente constructivista. Son obras de gran rigor geométrico, cercanas a los planteamientos compositivos racionalistas y neoplasticistas. Acorde con lestos postulados en los que Mateos se adentra, la textura de esta serie también refleja este cambio, pues se ha vuelto más suave y homogénea, que nos remite a un acabado más aséptico.
Una de estas obras: “Cubo IV” fue la elegida por Mateos para conmemorar la muerte de su padre, erigiéndolo como enterramiento familiar en el cementerio de Villavieja de Yeltes, y donde hoy descansa el escultor.